Si bien la conocemos por su recorrido político, ocupando cargos de jerarquía institucional en la función pública, Silvia defiende la trinchera de los DDHH también desde el ámbito privado desde su estudio jurídico, su consultora y presidiendo la Fundación Raúl Roque. Es una MUJER PODEROSA que no hace pausas para brindar y aportar, desde su lugar, lo necesario para conquistar el sueño de una sociedad más justa y equitativa.
En esta entrega semanal, nos dimos el lujo de entrevistarla y esto nos contó:
H: ¿Cómo nace tu interés y compromiso con los DDHH?
S: “Como la gran mayoría de las personas de mi edad, tengo 56 años, transité gran parte de mi infancia, adolescencia y primera juventud, durante la dictadura militar. No había libertad. Si bien yo era muy chica para entender algunas cuestiones, si respiraba el aire de la represión. Con la venida de la democracia, a mis 17 años, ingresé a la Universidad de Ciencias Económicas en la UNAM y lo que me maravilló fue poder acceder a espacios de discusión política en ese momento.
Ahí empecé a tomar contacto con eso de ‘derechos humanos’, ¿qué era? y más todavía cuando me decían ‘es lo inherente a la persona humana’. O sea, explícame porque no lo entiendo. Pero como las explicaciones eran muy académicas, me puse a investigar, pero además a militar y a participar políticamente. Para mí derechos humanos y activismo político-social van de la mano, no pueden estar separados. Y una vez que, con los años, empecé a comprometerme políticamente, y partidariamente, cada vez abrazaba más la lucha, que está por fuera hasta de las estructuras partidarias, que son la lucha por los derechos humanos, que nos garantizan a cada una de las personas derechos fundamentales, básicos y no tan básicos.”
H: ¿Cuál ha sido tu mayor desafío en este recorrido por la defensa de los derechos humanos? Y, en contraposición, ¿cuál es la mayor recompensa o satisfacción en este camino?
S: “El mayor desafío en el camino (…) fue tener la cabeza abierta, no permitir que condicionantes y limitantes culturales, sociales, familiares, partidarios, condicionaran el aprender, el saber, el defender y el ejercer (…). En el 2010, con el matrimonio igualitario, siendo diputada de la Nación, rompí barreras propias, prejuicios, preconceptos muy arraigados que ni siquiera era consciente que yo los tenía.
Y la mayor satisfacción es el día de hoy trabajar, desde el ámbito privado y desde la fundación que creé en el 2014, en la defensa y promoción de los derechos humanos. Ensamblar esos dos ámbitos y defender desde ahí, pero con toda la fuerza, con toda la solvencia profesional, con un equipo humano realmente comprometido con la sociedad, con el otro, con la otra, esa es mi mayor satisfacción y lo voy a seguir haciendo. Pienso vivir hasta los 120 años, así que voy a trabajar hasta los 100 y después me voy a dedicar a recorrer el mundo.” Expresó entre risas.
H: ¿Qué hace falta para que el goce de los derechos humanos sea una realidad tangible para todas las personas?
S: “Para que cada persona sea beneficiaria de los derechos otorgados por el simple hecho de ser personas y de estar vivas, hace falta compromiso y seriedad en las políticas de Estado. Hace falta que el sistema político no espere a que la organización social empuje y visibilice problemáticas, porque el sistema político las conoce, y para eso hace falta realmente dejar la demagogia circunstancial y electoral, y enfocarse en resolver problemas, pero, además, que esos problemas realmente sean para eliminar violaciones a derechos humanos. Cuando hablamos del acceso del derecho humano a la comunicación, estamos hablando de la comunicación de Internet, por ejemplo, acá en la provincia somos pioneros en el polo TIC, en la educación robótica, y en avances tecnológicos e impensados, que agradecemos, pero tenemos no muy lejos de acá muchas niñas y niños, misioneros y misioneras, sin acceso a Internet. Ahí se está violando un derecho humano fundamental.”
H: De todos los aspectos que abarcan los derechos humanos, ¿Cuáles son los que más comprometen tu interés y tu trabajo?
S: “Una de las dificultades que tiene la defensa y promoción de los derechos humanos es que no tiene principio ni fin, porque se trata de las personas, por lo tanto, es muy amplio el abanico, dentro de ese gran abanico mi interés profesional, mi compromiso de activista por sobre todas las cosas, e institucional desde la Fundación, está en la defensa de los derechos de la mujer, en la igualdad de la mujer en este sistema patriarcal que nos excluye, donde algunos tienen privilegios y nosotras lo tocamos de oído todavía. Y, por otro lado, a lo que me aboco, sobre todo desde el estudio jurídico, desde lo profesional, es a la defensa de aquellos niños o niñas que son discriminados en el ámbito escolar.”
H: ¿De qué manera se integra la Fundación Raúl Roque al trabajo que se hace desde la consultora y estudio jurídico?
S: “La Fundación Raúl Roque, la principal función que tiene, es dar visibilidad a estas problemáticas, pero no solamente mostrar la violación a los derechos, sino enseñar cuáles son nuestros derechos, porque si no lo sabemos no podemos exigir que se cumplan, y también podemos caer en vulnerar el derecho de otra persona. No hay peor flagelo que la ignorancia. Entonces, ese es el rol principal y fundamental que tiene la Fundación Raúl Roque.
Por otro lado, y trabajando en conjunto, está el estudio jurídico, donde ahí estamos un equipo interdisciplinario ¿para qué? Para contener, sostener y defender a las personas cuyos derechos son vulnerados. ¿Cuál es el objetivo principal? No únicamente litigar en defensa de los derechos de las personas, sino focalizado a defender a la mujer, pero con perspectiva de género. Tenemos en cuenta absolutamente todo, hasta darle formación a esa mujer, que no pase únicamente por el hecho de representarla en un juicio para defensa de sus derechos, sino fortalecer a esa mujer en todo sentido.
La consultora es la herramienta con la que contamos para brindar capacitaciones a distintas instituciones, municipios, empresas, personas, que solicitan capacitarse en responsabilidad social empresarial, derechos humanos, perspectiva de género, comunicación, liderazgo (…) Somos una empresa que brinda educación.”
Silvia ha logrado algo que tal vez muchos y muchas deseamos, mantenerse fiel a sí misma a través de los años, compatibilizando su lucha con su trabajo, y además ver los frutos.
SOS GRANDIOSA QUERIDA SIL. Quienes hemos tenido la suerte de trabajar con vos sabemos que no es biri-biri, que hablas desde el corazón, que no tenés miedo a meterte de lleno en el barro si es necesario (como lo has hecho muchas veces), y que además estás continuamente formándote para lograr las metas que te proponés.
Una vez más tuvimos la oportunidad de inspirarnos gracias a la MUJER PODEROSA de esta semana, no te pierdas la próxima columna. Hasta pronto.