Pero en este proceso, a mi entender, hemos cruzado de un extremo a otro, y se han perdido cosas que sí estaban buenas, y que tienen que ver con poder ilusionarnos, enternecernos, suavizarnos con la vida, sus etapas, sus procesos, y con nosotr@s mism@s.
Esta mañana pensaba, por ejemplo, en algo que vengo laburando hace ya varios años, que es la maternidad. Hace no mucho la maternidad se romantizaba y se teñía todo de color rosa, perfume y mariposas. LEJOS está la realidad de lo que es maternar de ese idilio. Maternar cansa, agobia, demanda, y filtra un montonazo, peeeeeeeeeeero… pero también tiene sus mieles y sedas.
Es necesario que podamos integrar estas polaridades de luz y oscuridad, en la maternidad como en todo, para estar preparad@s para los desafíos, sin perdernos de lo bueno, lindo, hermoso, y maravilloso de cada instante de la vida.
Este concepto de “integración” lo podemos extrapolar a cualquier otra circunstancia para sacarle provecho… Las relaciones de pareja, los vínculos familiares, la rutina…
Sostener un hogar, por ejemplo, es agotador, ¡pero tenés un hogar! Y hay una versión anterior de vos que quiso con todas sus fuerzas conseguirlo. Tu trabajo puede parecer rutinario y mediocre, ¡pero tenés un trabajo! Y eso te da una base sólida en el “mientras tanto”, para buscar otra cosa, que tal vez te llene y entusiasme más. Tu pareja no resultó como esperabas, que pena, pero tuviste la oportunidad de sentir, de ganar y perder, de aprender, de elegir, ¡DE VIVIR!
Romanticemos sanamente todo aquello de lo que podamos obtener felicidad, alegría, ilusión, sin perder de vista, o invalidar, que siempre habrá cosas por cambiar y mejorar, y que nada es 100% perfecto y color rosa.
Hoy tengo ganas de invitarte a ver lo bueno de la vida, a rencontrarte con la ternura, la inocencia, la amorosidad, la sutileza, a maravillarte, sorprenderte y entusiasmarte con lo bueno, dale, que hay un montón de cosas que no están bajo nuestro control, pero sí podemos elegir donde poner el foco, y debemos hacerlo porque, a la corta o larga, eso va pesar en el balance del día a día.