La técnica para lograr estas figuras consiste en poner una sustancia granulada, como arena o sal, sobre una membrana o superficie plana, y hacerla vibrar a una determinada frecuencia, entonces los granos de la sustancia se irán acumulando en zonas en donde la vibración es nula, dando lugar a un patrón o figura.
En su experimento original el científico alemán usaba un arco de violín y arena.
Lo que se visualiza al hacer el experimento son las ondas sonoras sobre el material, demostrando que las ondas sonoras son vibraciones que se pueden transmitir por los materiales.
Los patrones resultantes son, además, geométricos y ordenados… Es increíblemente hermoso ver la cantidad de patrones que aparecen, como un caleidoscopio musical. Cada vibración “dibuja” algo diferente, que resulta original y único.
Es una linda actividad para hacer con niños de forma casera (buscar en youtube, hay videítos).
Nos encontramos la semana que viene nuevamente, para conocer más sobre el mundo de las vibraciones.